La falta de concentración, déficit de atención o simplemente, despiste, es un problema muy común en los niños. Un adecuado seguimiento por parte de padres y educadores es vital para ayudar a tu hijo.
Si al llegar a la etapa escolar, los profesores señalan que el bajo rendimiento escolar del niño está originado por un déficit de atención, quiere decir que en la mayoría de los casos, el problema no fue tratado a tiempo. Muchos niños que son considerados inquietos o despistados, en realidad presentan un desequilibrio emocional transitorio y reversible.
Los primeros lugares en los que se hace patente la falta de atención es en la guardería y centros infantiles. Un problema que, si no se corrige debidamente, puede desembocar posteriormente en fracaso escolar y aislamiento social. Para detectar estos problemas en Chiliquilin contamos con gabinete psicopedagógico.
¿Cómo actuar ante los niños despistados?
En primer lugar es preciso establecer las bases del problema. Hay muchas formas de que el niño pierda la concentración. Conocerlas ayudará a marcar los objetivos:
- El niño no escucha, no lee hasta el final o no entiende lo que se le pide. Este comportamiento indica un retraso acumulado desde la etapa preescolar. Nuestros educadores están debidamente capacitados para reconocer y tratar el problema proporcionando ayuda extra a los niños que lo precisen.
- El niño comienza a realizar una tarea sin prestar atención a las indicaciones que se le dan.
- Es capaz de resolver la tarea, pero pierde la concentración, se despista y no la termina. Este comportamiento puede esconder una situación emocional para la que no está preparado: la llegada de un hermanito, separarse de mamá…
- El niño, simplemente, se aburre. El niño puede encontrarse desmotivado. En ese caso es necesario establecer el modo en que el niño se relaciona con sus educadores y compañeros en la guardería, prestarle apoyo y atención extra, animarle a participar en actividades que le diviertan e interesen y estimularle con pequeños premios o recompensas.
Cómo actuar en casa:
- Si al niño le cuesta concentrarse, conviene que se tome un tiempo para “desconectar” entre una actividad y la siguiente.
- Hacer que repita en alta voz lo que tiene que hacer y asegurarnos de que lo ha entendido.
- Colgar dibujos con mensajes y caras divertidas recordándole las tareas pendientes: lavarse los dientes, recoger los juguetes, ordenar sus cuentos…
- Marcarle metas alcanzables dividiendo las tareas por pasos. Primero, guardar los lápices, después los cuadernos, después ordenar los peluches. No comenzar el siguiente paso hasta haber finalizado el anterior.
- Siempre que esté concentrado, complete bien sus tareas o realice algo por propia iniciativa hay que hacérselo notar, haciéndole saber que estamos muy contentos de que haya hecho todo eso él solito.
En nuestro centro de educación infantil bilingüe tenemos multitud de actividades y juegos que favorecen la concentración y atención para realizar en el centro y también en casa: completar secuencias, buscar objetos siguiendo las pistas, colorear dibujos con espacios numerados y un montón de actividades con las que el niño aprende a desarrollar su nivel de atención y concentración.
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